viernes, 4 de julio de 2008

Chasquido de dedos




Es increible como el tiempo pasa tan rapido, tan tan rapido, que me marea durante un momento. Estuve recopilando mis lunas, pensando donde estarán las personas que pasáron ratos conmigo, buscando en mis archivos cerebrales a lado de los nervios, objetos que me hacian feliz, de todos solo existe uno que aun me hace sonreir, un pequeño elefante de madera, tallado a mano, me lo regalo una señora cuando era muy pequeña, recuerdo que usaba un turbante y ropa muy colorida, a lo mejor era de africa. Este elefante solo hace que yo sea mas fuerte día a día. Y todo tiene un porque, es un flash mental de una historia...


Los elefantes, inmensos mamiferos, hermosos y muy inteligentes, fuertes y protectores, pero... ¿Que sucede si encadeno a ese gran elefante?


Obviamente, por su instinto animal y sus ganas de ir a otro lugar, empujará la cadena hasta quedar completamente libre. ¿Quien no quiere seguir teniendo libertad, luego de probarla?


Pero si creces con esa cadena, como la mayoria de los elefantes de circo, tu límite es hasta donde esa cadena llegue, si la sueltas el tendra miedo de seguir. En fín, ese recuerdo estará siempre en mi mente, siempre. Bueno, hasta que todo este normal en mi salud, supongo.


Los recuerdos vienen cuando el espacio de la soledad es mas grande cada vez, es como si el chasquido de los dedos, no fuera suficiente para darle descanso al silencio.


Los tiempos estan dificil y podria agotarme, pero, donde caere si eso llega a suceder.




"Yo quiero salir del mundo


Por la puerta natural:


En un carro de hojas verdes,


A morir me han de llevar.




No me pongan en lo oscuro


A morir como un traidor:


¡Yo soy bueno, y como bueno


moriré de cara al sol"




José Marti




Si volviera a amar, no solo tendria un carro de hojas verdes, pero si el olor a piel... aún falta mucho...

2 comentarios:

Edilberto González Trejos - Autor dijo...

NO sabemos donde caeremos, sólo podemos asegurarnos que esa caída nos tome con la actitud "de cara al sol"
Saludos poèticos!

nico dijo...

hay quienes nacen encadenados y la cadena forma parte de sí, si no tienen iniciativa no existe un motivo como tal para romperla o mínimo para intentarlo.
Para como lo veo; cuando deja de importarte el como morir, es cuando te preocupas por como vivir y esas cadenas dejan de ser obstáculo, la luz se lleva dentro, asi que no importa donde te coloquen, luz u oscuridad, por que serás capaz de iluminar cualquier espacio asi los ignorantes te llamen “traidor”.

Me divague :P

Aynos!